Son en esos instantes,
y son esos mis íntimos deseos,
los que se apoderan de mi ser,
arrebatando mi voluntad,
ubicándose en mis entrañas,
que, como río en crecida,
se vá desbordando,
formando corrientes de pasión,
cuando llega la mañana.
Y es, cuando hago mío
tu hermoso despertar,
tu primera sonrisa, tu primer beso,
y la esencia de tu cuerpo desnudo,
el calor que todo él desprende,
aviva mi ansiedad y locura,
y busco tus labios carnosos,
que me ofreces cálidos y húmedos..
Y pierdo la cordura,
deslizando mi lengua
por tus senos de terciopelo
y estremecido vientre,
de tu boca ardiente quiero sus suspiros,
y yo te inundo de besos y caricias,
y tú suplicándome que te posea,
y que lo haga impetuoso y posesivo...
Corrientes de pasión, de amor y lujuria,
que fluyen por cada poro de mi piel,
como torrente que no se detiene,
avanzando de forma depravada,
que vá dejando una estela de rubores
placenteros,
despojando a mi cuerpo de ese pudor
que lo ata.