Quiero habitar en tí, y así
poder revelarte y compartir mis deseos más íntimos,
en tus horas de impúdica lucidez y sosiego,
tentaciones prohibidas en las que podremos caer
en una incipiente manifestación de nuestros propios sueños.
Fantaseando lejos del pudor, rompiendo barreras,
inventándonos tácticas y lujuriosos métodos,
haciendo posible tantas fantasías como tú y yo deseemos,
convirtiendo quimeras en reales y bellos cuentos
sin hadas ni castillos, reyes y princesas, sólo nosotros dos,
almas gemelas, cuerpos sedientos perdidos en nuestro firmamento.
Me faltaría el aire, la vida, el resuello si no te tengo cerca,
no sabría vivir sin tí, sin contemplar tu figura en movimiento,
necesito del calor de tu cuerpo, gozar de tí y de tus encantos,
de esa miel que destila tu boca que pierdo la razón cuando la pruebo.
Me enloquecen tus caricias y enredarme en tus cabellos,
sentir tus manos con presteza deslizarse por mi espalda y trasero,
y oirte susurrar a mi oído...viólame sin contemplación, tómame,
desgarra mi vulva y entrañas, hazme sentir, arremete sin miedo.
Déjame que flagele con furia tu enardecido sexo,
mientras cruzamos nuestras miradas que se elevan al infinito
libera tus instintos y deseos galopando sobre mi vientre,
disfrutando de cada acto, de cada instante, haciéndolo interminable,
dejándonos arrastrar por esa desatada y ciega lujuria,
copulando de manera voluptuosa, comiéndonos a besos mutuamente...